EFECTO BISAGRA
Asaltados por una victoria que difícilmente esperabas pero ansiabas con fervor maniático, fácilmente pierdes consecuencia y te olvidas de lo obvio. Más aún si se trata del deporte que más pasiones desata. Y exageras o minimizas, magnificas o demonizas. Y la selección peruana, valgan verdades que los fanáticos quizá no reconozcan, tiene muchísimo todavía por mejorar y derrotó a Ecuador con más dudas que certezas que, en la medida de haber sido admitidas por el propio entrenador Ricardo Gareca, abren posibilidades de encontrar el camino hace rato perdido y cada vez queremos empezar.
En tal sentido, fue fundamental sumar de a tres pues recupera el ánimo del equipo y genera un contexto social mucho más positivo en favor del plantel y del entrenador al que ya medio Perú quería destituir sin evaluar el escaso recurso humano con el que cuenta fruto de una estructura nacional de desarrollo deportivo endeble. Toca, ora y ojalá, pisar tierra, concretar la renovación de jugadores – olvidarnos de los Vargas, Farfán o aquellos de poco compromiso- , mantener al actual DT y darle la confianza a un grupo joven y mirando un objetivo sensato al margen de los resultados: Qatar 2022. Pues, ese 2-1 de antier tiene y debe de ser, por fin, un cambio de rumbo, un efecto bisagra y no, como tantas veces, sólo alborozos del momento.
Hasta la próxima.
o.rivasplata@pucp.edu.pe