Inmersos en una cadena de sucesiones negativas cual película pesimista los equipos peruanos arrastran penas en cuanto torneo internacional participen. Y se alternan como condenados que, con fondos de música fúnebre, caminan hacia esa suerte de paredones llamados Copa Libertadores, Copa Sudamericana o recontracopa. Ton, ora Cristal (si The Strongest no le hizo 10 fue por lástima), Universitario (¿les suena Capiatá?), Sport Huancayo, Municipal, Comerciantes, Alianza Lima y Melgar como ayer Sport Boys, Universidad Vallejo, Juan Aurich y el cuadro que se les ocurra, vuelven a poner sobre el tapete la urgencia de replanteos en el sistema de clasificaciones. 

Pues, insisto, ¿es equitativo o consecuente que hasta la mitad de clubes de la liga peruana – ocho - sean ‘’premiados’’ con jugar Libertadores o Sudamericana? En otras como la brasileña donde participan más de 40, la argentina con 20 o hasta la uruguaya y colombiana ese número de vacantes es aceptable pues, también, en el plano internacional cumplen papeles honrosos.

Pero en el caso de la nuestra, donde ni siquiera las programaciones son sensatas, las canchas adecuadas o escasean dirigentes decentes, es evidente que, lejos de promover mejoras, retrasa, e impulsa pésimas imágenes año tras año, salvo actuaciones tan eventuales como la de Cienciano el 2003.

Por consiguiente, si la Conmebol no quisiera reducir la cantidad de boletos para el Perú, que replantee y, opción, sean los cuatro primeros del Descentralizado los que se distribuyan los cupos y así, quizá, evitemos mayores descalabros.

Hasta la próxima.

o.rivasplata@pucp.edu.pe