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Narices chatas

La gran trujillana defiende por quinta vez su título mundial, y en su tierra natal, mañana

Publicado: 2017-08-19

En Chumbivilcas, 3000 metros sobre el nivel del mar, a muchos kilómetros y fatigas de aquí, hay una característica poblacional que la hace inigualable. Que te jala la sonrisa como los cabellos por lo peculiar. Según Marco Avilés, en De donde venimos los cholos (Seix Barral, 2016), muchos de sus pobladores, sin distingos de sexo o edad, tienen las narices deformes. En forma de letra S los más atrevidos, de pronto. En L los menos peleones, quizás. La razón se concentra en una fecha universal pero que en la cosmovisión cuzqueña posee sentido totalmente opuesto. Allá cada 25 de diciembre no se quieren cual niños manuelitos y si se saludan es para prometerse romperse la madre mientras la muchedumbre clama sangre como única forma de que las afrentas se cobren. 

Esa fiesta, Takanacuy (”golpearse mutuamente” en quechua), es famosa internacionalmente y de diversas partes del mundo llegan también a celebrarla, sobre todo mexicanos.

Pues aquí, a 33 metros arriba de la playa y no tan civilizados, vendrá una azteca, ya mismo. Se llama Karina Fernández según anunció la Asociación Mundial de Boxeo. E intentará quitarle el título súper mosca a una esperancina (La Esperanza es el distrito más poblado de Trujillo) que en sus raíces más ancestrales quizá sea chumbivilcana. Pues Linda Lecca pega duro y persevera igual. Su diferencia es que tiene carita de ángel y tabique limpito en un deporte conocido como el de las narices chatas. Y no te pido extremos caso Chumbivilcas, Princesa Inca. Me basta con que salgas victoriosa este 19 de agosto, en el Gran Chimú.

Hasta la próxima.

orivasplata@pucp.edu.pe


Escrito por

orivasplata

Trujillano. Comunicador social y escritor. Viajero, soñador de libertades, becario de la Fundación Nuevo Periodismo de García Márquez.


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Letras en desorden

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