#ElPerúQueQueremos

Caída libre

Publicado: 2018-07-30

Muy niño, en una deshojada revista internacional que le escondí a mi madre, Interviu, leí una frase que, aunque fulgurante sobre el pecho celeste de uno que parecía flotar con la pelota sobre su empeine izquierdo, me resultaba atrevida, casi insultante para la coyuntura, a pesar que el de marras ya empezaba a despuntar no sólo con sus buenas maniobras dentro del campo sino con las malas fuera de ella: Maradona terminará como el “Mono” Gatica. Este, José María, famoso campeón de boxeo de los cincuenta y considerado por muchos rioplatenses como el mejor de todas las épocas, resulta el más crudo ejemplo argentino de aquel que pasó de la gloria al averno; que surgido de la pobreza luego se hizo soberbio, bocón y despilfarrador e hizo de su fama una reverenda porquería al falso amparo del alcohol y el desenfreno hasta morir atropellado – y con su imagen absolutamente desgastada -en noviembre de 1963. 

Mucho después, el recuerdo de esa lectura intimidante me asalta cada vez, en tanto veo las variadas imágenes del ídolo de Boca Juniors en situaciones - hecho una miseria de actitudes y gestos no sólo en el campeonato mundial que se viene jugando-, que sobra comentar. Y, basado en lo que ya resulta evidente para todos, mucho temo la revelada presunción de aquella mañana en casa de mis padres se concrete en el corto o mediano plazo, en tanto nadie tome medidas verdaderamente serias – caso someterlo a una rigurosa intervención terapéutica que controle, de una vez por todas, su dependencia-, y lejos de ello, se siga ensalzando la desvalorizada figura de un tipo que por lo que hizo como deportista merece nuevas oportunidades, mientras, todavía, el reloj le siga dando chance.

Hasta la próxima.

o.rivasplata@pucp.edu.pe


Escrito por

orivasplata

Trujillano. Comunicador social y escritor. Viajero, soñador de libertades, becario de la Fundación Nuevo Periodismo de García Márquez.


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Letras en desorden

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