Escucharlo a Roberto Mosquera, semanas atrás, me causó risa. Sus diplomacias y bromas hay que descifrarlas. O quien, que no sea nuevo en el fútbol, puede suponer en los procesos de largo plazo de absoluto respaldo y mucho menos en tierras peruanas. Así lo dijo, o lo que quiso decir (“me gustó su proyecto de largo plazo y por eso acepte… la idea es formar el mejor Cristal de todos los tiempos..”) , cuando lo presentaron para suplir en Sporting Cristal a Manuel Barreto a quien, como a tantos, lo contrataron por ser muy bueno y lo echaron por ser muy malo en un sistema que trata a los técnicos cual platos descartables o salidas desesperadas a problemas no necesariamente deportivos. En la liga 1, sino, se jugaron seis fechas y ya botaron a siete: además de Barreto a César Vigevani en Deportivo Binacional, Juan Manuel Llop en Carlos Mannucci, Nestor Clausen del Deportivo Llacubamba, Javier Arce en Cusco FC, Pablo Bengoechea en Alianza Lima y Pablo Zegarra del Atlético Grau. Tres argentinos, un uruguayo y tres peruanos. Y el próximo, y eso lo sabe bien, podría ser el propio Mosquera.  

Se han dado casos, incluso que ya rayan lo fantástico como ocurrió con Deportivo Llacuabamba que antes de comenzar el torneo presentó a tres entrenadores. De esa forma, tan informal e inestable, los clubes no progresaran institucionalmente más allá de posibles victorias a nivel local que resultan consuelos nimios. Y así también los logros que la selección peruana pudiera tener seguirán siendo consecuencia de un trabajo aislado y no resultados de una labor articulada entre los entes que conforman nuestro balompié profesional.

Hasta la próxima.

o.rivasplata@pucp.edu.pe

N. Y nadie puede estar al margen de la lucha que nos toca en estos momentos: Fuerza, peruanos, unidos lo lograremos.