“Los cupos son absolutamente merecidos; las eliminatorias aquí son las más difíciles del mundo ” ha dicho Gianni Infantino, sonriente, mientras sus dedos hurgaban en su bolsillo derecho o su mente sacaba cuentas. “Los partidos que aquí se juegan nos hacen enamorar”, remató el suizo, para justificar su tremenda jugada, y los ojos le brillaban y volteaban como un tragamonedas. Ha sido en Asunción, Paraguay, como parte de la inauguración de un centro de Alto Rendimiento y en una conferencia de prensa donde los reporteros aprovecharon para indagar por el sustento de lo descabellado: otorgarle seis boletos y medio a Sudamérica a partir de las próximas Clasificatorias del Mundial de Fútbol que comenzarán en marzo venidero.

Y le salió tan bonito al dueño de la FIFA que todos siguieron las hurras de su portátil y lo aplaudieron sin cesar. Obvio, si lo único que importa es el billete. Por eso, cada vez se aumentan los torneos y los accesos sea a nivel de clubes y selecciones (para Rusia 2018 se aumentaron los participantes a 32 y, ora, luego de Qatar y para el 2026, serán 48) hasta convertir a los futbolistas en bestias de circo y hacer del mérito una burrada. ¿Sino, entonces, cual es criterio de calidad para aprobar que de una competencia de 10 equipos clasifiquen más de la mitad o se otorguen, prácticamente, siete cupos? Sí, incluso, hace más de 20 años que nuestro continente no gana un mundial.

Es la voracidad dineraria sin límite. Nada más. Y que organicen la copa, la otra copa, la recontracopa, la supercopa y se aumenten los clasificados en todos los torneos posibles con tal que la plata ingrese.

Hasta la próxima.

N. Mis más sentidas condolencias a la familia de don Rafael Quino Zevallos, periodista deportivo con quien compartí muchas actividades. Descansa en paz, Rafo.