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GOLPE DE HUMILDAD

Australia, aquellos que eran troncos, y una lección en Qatar que debe servirnos

Publicado: 2022-12-08

El mejor futbolista de la historia de Australia casi zapateaba como caballo chúcaro en su asiento, zona reservada del Ahmad bin Ali. Como que saltaba con los jugadores de camiseta mostaza, varios de ellos ex compañeros suyos. O corría y también forcejeaba contra los albicelestes, mientras quizá imaginaba, impotente, que hubiera pasado si compartía más cotejos con el trajinador lateral Aziz Behich o el arquero Ryan no cometía tamaño error. O, mejor aún, si hubiera tenido al elegante y corajudo mediocentro Aaron Mooy alimentando ese hambre de gol que lo convirtieron en leyenda después de su retiro, en el 2018.

Razones no le faltaban a Tim Cahill, de pronto. Pues por mucho tiempo cargó con la responsabilidad de ser considerado el único crack de su país. Y, por otro lado, hoy, los suyos estaban entregando un partido maravilloso, jugándole sin temores a un rival inmenso y favorito a ganar por distancias kilométricas. Luego, tras la batalla, ingresaría a camerinos y los abrazaría fervorosamente para agradecer su esfuerzo en octavos de final. Como hubieran querido, probablemente, quienes estuvieron en el estadio o lo vimos por la televisión en una lección de humildad que, sobretodo, debe servirnos a nosotros, los cholos que meses atrás, y aunque cueste traerlo a colación, los mirábamos por encima del hombro y armamos parranda antes de jugar.

Dignísima presentación de los llamados canguros en Qatar. En el quinto mundial consecutivo de una nación que no tiene al fútbol como deporte de mayor práctica o sede propia para entrenar. Y no digo más, porque recuerdo lo de hace medio año en Doha, y todavía duele.

Que nos sirva y aprendamos, todos.

o.rivasplata@pucp.edu.pe


Escrito por

orivasplata

Trujillano. Comunicador social y escritor. Viajero, soñador de libertades, becario de la Fundación Nuevo Periodismo de García Márquez.


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Letras en desorden

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